viernes, 29 de octubre de 2010

Ropa Señales de Código



Por ropa de código suele entenderse en la escena BDSM aquella con la que a la mayor parte de sus activistas les gusta identificarse.

En determinadas fiestas y reuniones puede pedirse a los asistentes que vengan vestidos de esa manera (código estricto), aconsejarse el vestuario de código o indicarse que la asistencia no obliga al código (código libre).

El tipo de ropa suele estar basado, para ellas, en el látex, el cuero y el vinilo, como elementos básicos, y suele incluir a menudo elementos de connotaciones abiertamente fetichistas: corsé, medias de rejilla y ligueros, botas o zapatos de tacón alto, bustiers, etc. Adornos, como collares y medallones, no son infrecuentes.



Para ellos, suele diferenciarse mucho si se trata de la escena heterosexual o de la escena homo-S/M. En el primer caso, pantalones y camisas negras u obscuras, pudiendo ser de seda o cuero, aunque no es lo habitual. En el segundo caso, los materiales son prácticamente los mismos que los de ellas: cuero, látex y vinilo. La escena heterosexual es mucho más permisiva y abierta, en cuanto a los códigos de vestuario, mientras que en los ambientes homo-S/M se suele dar una mayor importancia al mismo.

Existen una serie de señales relacionadas con la vestimenta, generalmente basadas en la situación específica del BDSM en la escena angloestadounidense, y fundamentalmente en la necesidad de saber rápidamente si la otra persona comparte afición o no.

Esta situación se debe en gran medida a la imposibilidad de interactuar con normalidad en público, como sucede en la Europa continental, y más exactamente en España, Alemania, Francia, etc. En la escena angloestadounidense sucede frecuentemente que en los locales afamados del mundillo BDSM se reúnen en un fin de semana varios cientos de personas, en su mayor parte absolutamente desconocidas entre sí. Las posibilidades de interacción son muy limitadas: cualquier situación de sexo explícito, especialmente de tipo S/M, y especialmente si en el local se consume alcohol, es un riesgo de tipo penal.



Queda por tanto la escenificación, los ropajes atrevidos y los códigos de color en el vestuario.

Historia



El término BDSM aparece por primera vez en abril de 1991, en torno al foro de noticias por Internet denominado alt.sex, como la yuxtaposición de dos abreviaturas contrapuestas, BD (bondage y dominación) y SM (sadomasoquismo), que en realidad se habían creado, precisamente, para distinguir del sadomasoquismo (que gozaba de una conocida mala imagen) a las "otras" aficiones. Paradójicamente, es desde el momento en que se trata de unificar ambas corrientes, cuando la subcultura que las engloba empieza un desarrollo vertiginoso.

Dado que BDSM es una palabra que abarca términos muy dispares, no es fácil dotarla de una historia más allá del comienzo de su uso como acrónimo, al margen del que corresponda a cada uno de sus componentes.

Como elemento globalizador, el BDSM tiene escasas décadas de vida y se inicia cuando diversas asociaciones de activistas homosexuales S/M de EE.UU. e Inglaterra tratan de crear un mismo espacio subcultural para actividades hasta ese momento bien distintas, como la Dominación, el Bondage, el Fetichismo o el Sadomasoquismo. Es la época de la Old Guard, mediados de los 70, y su libro de cabecera es Leatherman's Handbook. Durante este periodo, el movimiento conserva su vinculación con el mundo homosexual masculino, sin abrirse a los espacios hetero o de homosexualidad femenina y rechazando la idea de admitir a activistas switch (es decir, quienes se confesaban cómodos en ambos roles) entre sus filas. También rechazaban frontalmente la admisión de quienes quiera que considerasen las relaciones B/D y S/M como solo juego.



No es hasta principios de los 80 cuando el movimiento BDSM comienza a englobar también a la cultura heterosexual y lésbica, siendo promotores de ese sustancial cambio grupos como el colectivo lésbico Samois y otros.
A principios de los 90, empieza lo que hoy conocemos como el periodo de la New Guard (Guardia joven o nueva), que se caracteriza por la decidida apertura hacia el mundo heterosexual y de la homosexualidad femenina, la aceptación del fenómeno switch, la inclusión de elementos de sensibilidad interior (dominación psicológica, relaciones D/S sin inclusión de rasgos sadomasoquistas, etc.), la aceptación de quienes practicaban el sólo juego, y la participación activa de la mujer heterosexual en el asociacionismo BDSM.Robert Bienvenu, reputado conocedor de la temática y catedrático de sociología en la universidad de Indiana, Estados Unidos, expone una visión alternativa de la historia del BDSM, que él asienta sobre tres pilares: el fetichismo europeo de finales de los años 20, el estadounidense (desde 1934), y el movimiento del cuero a partir de los años 50


jueves, 28 de octubre de 2010

Generalidades de el Fetish



Existen muchas prácticas fetichistas, entre ellas el fetichismo de los tacones, el de la ropa de cuero y los juegos de rol en los que cada parte asume uno de los papeles, tales como los de maestro/a-alumno/a, doctor(a)-paciente, niñero/a-bebé, juegos de entrenamiento de mascota, y otros.

Todas las actividades enmarcadas en el BDSM tienen un elemento común: los participantes construyen, de forma voluntaria y partiendo de una situación de consenso, relaciones con marcado traspaso de poderes, Erotic Power Exchange (EPE o Intercambio Erótico de Poder) en donde una parte ejerce el rol dominante o activo, y otra parte el sumiso o pasivo.

Algunas de las prácticas que engloba el término, como la humillación erótica, el dolor, la sumisión y otras, no podrían entenderse al margen de su implicación con una específica forma de placer mutuo, sin la cual las citadas prácticas se asociarían con sensaciones desagradables. Durante una sesión (el tiempo en que se practica ese intercambio de poder) los participantes acuerdan determinadas reglas para garantizar que las prácticas se realizan en un entorno de consenso y libre voluntad (conocido con las siglas SSC o sensato, seguro y consensuado).



Se puede practicar en algunos clubes o bares en Madrid y Barcelona especializados en la temática BDSM aunque lo más normal es jugar mezclando esta práctica con otros juegos eróticos o sexuales más convencionales en un entorno de pareja (casi nunca son parejas estables). Desde 1999 ha nacido un nuevo modo de BDSM llamado dominacion profesional, que incluye prácticas consensuadas con clientes sumisos de ambos sexos; prácticas llamadas sesiones, internamientos y otras que es considerado por la sociedad y por todos los practicantes un nuevo tipo de Prostitución que intentan poner de moda (también llamado Femdom si la dominante es mujer o Master Dom si es un hombre el dominante). Se anuncian en páginas webs o blogs personales en Internet. Casi todos son de mujeres que cobran dinero por sus servicios de prostitucion profesionales especializados en BDSM y se hacen llamar Amo o Master (si el dominante es hombre ) y si es mujer Ama, Mistress o Domina. Muchas de ellas ponen como requisito no tener coito (penetracion de hombre a mujer) o sexo explícito para acceder a sus servicios eróticos.